Sirena.

Llego a casa y el olor a café
llena de mis pulmones,
suspiro porque no estás aquí esta noche
y tampoco lo estarás las siguientes noches.

La nostalgia golpea fuerte,
provocando que mis lagrimales estallen
liberando el océano
que he estado calmando
durante el día.

Aquí dentro de estas cuatro paredes me ahogo
con la esperanza de que vengas a rescatarme
y te espero como cada noche,
pero nunca apareces
dejándome otra vez que me hunda
¿y sabes? Ya no lucho,
dejo que la tristeza,
el miedo,
la soledad
y tu recuerdo me lleven
a lo más profundo
de mi océano,
porque no soy capaz de nadar,
 me he quedado sin fuerzas,
y  dentro de este océano,
he visto a una niña
con la sonrisa llena de ilusiones
y los ojos llenos de sueños,
imaginado que es una sirena
que tiene branquias
y no se ahoga.

Esta noche he llegado a casa
con branquias,
para nadar en este océano
que has desatado.

Esta noche
soy esa niña
que juega
a ser sirena.

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