Noches.
Pasamos noches en las que no sabemos
si la oscuridad nos consume
o es la soledad que nos viene
a hacer compañía,
lloramos porque no sabemos
que va ser de nosotros
y es que hemos dejado
de vivir el presente,
el sol ya no calienta
y la lluvia ya no moja,
nuestros ojos solo ven al vació
y las lágrimas se ahogan en nuestro interior
mientras le hacen compañía al dolor que nunca expresamos,
los te quieres que
nunca decimos,
los te extraño que se lleva el aire
y los abrazos que ahora se sienten como un simple suspiro,
porque nadie nos dijo
que el corazón se cansa si va demasiado rápido
y a media carrera no
puede más.
Y no,
a mí nadie me ha dicho como es que se sobreviven
estas noches,
ni tampoco como dormir con los lagrimales
a punto de estallar
y la garganta ahogada de palabras,
nadie me ha enseñado
como se debe de vivir
y en noches como estas pienso
y creo
que ese es el motivo
de esta vida.
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